sábado, 7 de abril de 2012

Chapter 2 – Valetine’s Day

Se acercaba el día de San Valentín, y desde que había visto a Sebastián por primera vez, no parábamos de hablarnos por facebook. No me había dado cuenta de que él me tenía agregada como amiga y yo pensaba que era el hermano de un compañero de curso, y a pesar de que antes de conocernos, había tratado de hablarme, no le di importancia.
Para San Valentín tenía planeado ir a la casa de Jano, un amigo mío muy cercano que vivía a 7 cuadras del colegio. Ese día nos divertimos muchísimo haciendo chocolates caseros con forma de corazón, lo más gracioso era que los preparamos a las 3 de la madrugada y su madre se levantaba a cada rato a apagar el fuego, en cuanto ella volvía a la cama, lo encendíamos de nuevo y así consecutivamente. Preparé varios chocolates, a mi me gustaba un chico de mi curso llamado Lucas, pero eso empezaría a cuestionarse en pocos meses.
Danielle: Hey, estaría bueno llevarle un poco de estos chocolates a Lucas ¿No?
Jano: Solo se los querés llevar porque te gusta, comámoslos nosotros.
Danielle: Dale, el vive cerca, no nos cuesta nada.
Jano: Bueno… SI tanto insistís, vamos.
Se notó que él no tenía muchas ganas, pero afuera hacía calor y caminar 2 cuadras era algo molesto para Jano. Lo mejor de todo era que no me podía decir que no, era mi mejor amigo. Mientras caminábamos y hablábamos tonterías un chico pasó velozmente en bicicleta y noté que me había silbado.
Danielle: Ugh, detesto a este tipo de chicos… NEGROS CABEZA.
Jano: Jajaja, si, son todos iguales los negros.
Llegamos a la casa de Lucas y le regalé los chocolates, los cuales compartió con su hermano menor, y mientras Jano y el jugaban al Señor de los Anillos en la PlayStation, yo pensaba… Que el chico de la bicicleta tenía una cara muy familiar.
Ese día llegué a mi casa como a las 6 de la tarde, luego de darme una ducha (porque, con el calor que hacía, estaba toda pegoteada) encendí la computadora. Sebastián estaba conectado y aproveché para charlar con él, cada día nos conocíamos más, pero… Morí de vergüenza cuando me afirmó ser el chico de la bicicleta que me había silbado mientras yo caminaba por la calle con Jano. Ese día también descubrí que estaba de novio, con una chica 1 año por debajo de mí, llamada Sol. Por el momento ese tipo de información no me interesaba mucho, cada día que hablábamos nos acercábamos al comienzo de clases y al mismo tiempo, al auge de una maravillosa amistad. Pactamos saludarnos en el colegio el día que nos viéramos, el me caía muy bien y esperaba ansiosamente que llegara ese día, no solo para ver a mis amigos de siempre, sino para, más que nada, verlo a él.
Dentro de mí no podía parar de preguntarme ¿Por qué estoy tan ansiosa por verlo? ¿Será que…? En ese momento, recibí una llamada que cambiaría todo. 


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