Por culpa de Fernanda tenía que pasar enfrente de Sebastian todos los días y saludarlo, aunque no quisiera, tenía que hacerlo. El había cambiado de una manera sorprendente y no solo en el aspecto, ya que había cortado su pelo y tenía una cara un poco más madura, sino también en su manera de hablar y pensar. O eso creía yo; cuando esta nueva chica Laurel, comenzó a hablarme. Era buena chica, con cabello anaranjado que no se veía muy seguido por los pasillos, era dulce y muy apegada a mí. Un día, en el segundo recreo, bajé tarde por culpa de un aviso del profesor y saludé a Fernanda, quien estaba sentada en el pasillo de la galería con Lauren y Sebastian. Los saludé y estaba lista para irme en cuanto su voz me detuvo.
Sebastian: Puedo… ¿Hablar con vos?
Danielle: …
Sebastian: ¿A las 11:11? *Me muestra su celular y la hora exacta era 11:11*
Danielle: Si… No tengo problema.
Danielle: …
Sebastian: ¿A las 11:11? *Me muestra su celular y la hora exacta era 11:11*
Danielle: Si… No tengo problema.
Luego de levantarse del piso, comenzamos a caminar por el patio del colegio, el cual era bastante extenso, y solo comenzó a hablar. Me sentía nerviosa, hacía bastantes meses que no hablaba con él y estaba unos centímetros más alto, me hacía pensar que en ese tiempo me había perdido de muchas cosas. Fernanda me las contaba y me daba mucha pena no poder escucharlas de la boca de él mismo, aunque nunca tuvo mucha confianza para contarme muchas cosas a mí. Ni sus problemas, ni de sus novias, ni de sus amigos. Sentía que solo hablábamos de lo que me pasaba a mí. Vi que abrió sus labios y de su boca salieron esas extrañas palabras que creía que jamás iba a escuchar.
Sebastian: Perdón.
Danielle: ¿EH? *Me sorprendió y lo miré sin entender qué estaba haciendo*
Sebastian: Te pido perdón, por todo lo que hice. Me comporté como un estúpido y si vos querés, me gustaría que volviéramos a empezar, de cero, porque te extraño como amiga.
Danielle: Si… Yo no tengo problema, pero te recuerdo… Que no tenemos la misma confianza que antes.
Sebastian: Si, tengo en cuenta que voy a tener que ganármela.
Danielle: ¿EH? *Me sorprendió y lo miré sin entender qué estaba haciendo*
Sebastian: Te pido perdón, por todo lo que hice. Me comporté como un estúpido y si vos querés, me gustaría que volviéramos a empezar, de cero, porque te extraño como amiga.
Danielle: Si… Yo no tengo problema, pero te recuerdo… Que no tenemos la misma confianza que antes.
Sebastian: Si, tengo en cuenta que voy a tener que ganármela.
Y así volvimos a hablar, él… De nuevo… ¿Estaba a mi lado? ¿Esta vez pasaría lo mismo? Yo seguía enamorada de él, pero a todo esto, el seguía enamorado de Julieta y estaba completamente cegado por su amor hacia ella. Con el paso de los días iba a notar, que en algunas cosas él había madurado, pero en otras, sería el mismo chico indeciso; pero esta vez no iba a ser yo la que se confesara y lo hiciera elegir.