martes, 10 de abril de 2012

Chapter 11 – ¿AGAIN? You… Change

Por culpa de Fernanda tenía que pasar enfrente de Sebastian todos los días y saludarlo, aunque no quisiera, tenía que hacerlo. El había cambiado de una manera sorprendente y no solo en el aspecto, ya que había cortado su pelo y tenía una cara un poco más madura, sino también en su manera de hablar y pensar. O eso creía yo; cuando esta nueva chica Laurel, comenzó a hablarme. Era buena chica, con cabello anaranjado que no se veía muy seguido por los pasillos, era dulce y muy apegada a mí. Un día, en el segundo recreo, bajé tarde por culpa de un aviso del profesor y saludé a Fernanda, quien estaba sentada en el pasillo de la galería con Lauren y Sebastian. Los saludé y estaba lista para irme en cuanto su voz me detuvo.
Sebastian: Puedo… ¿Hablar con vos?
Danielle: …
Sebastian: ¿A las 11:11? *Me muestra su celular y la hora exacta era 11:11*
Danielle: Si… No tengo problema.
Luego de levantarse del piso, comenzamos a caminar por el patio del colegio, el cual era bastante extenso, y solo comenzó a hablar. Me sentía nerviosa, hacía bastantes meses que no hablaba con él y estaba unos centímetros más alto, me hacía pensar que en ese tiempo me había perdido de muchas cosas. Fernanda me las contaba y me daba mucha pena no poder escucharlas de la boca de él mismo, aunque nunca tuvo mucha confianza para contarme muchas cosas a mí. Ni sus problemas, ni de sus novias, ni de sus amigos. Sentía que solo hablábamos de lo que me pasaba a mí. Vi que abrió sus labios y de su boca salieron esas extrañas palabras que creía que jamás iba a escuchar.
Sebastian: Perdón.
Danielle: ¿EH? *Me sorprendió y lo miré sin entender qué estaba haciendo*
Sebastian: Te pido perdón, por todo lo que hice. Me comporté como un estúpido y si vos querés, me gustaría que volviéramos a empezar, de cero, porque te extraño como amiga.
Danielle: Si… Yo no tengo problema, pero te recuerdoQue no tenemos la misma confianza que antes.
Sebastian: Si, tengo en cuenta que voy a tener que ganármela.
Y así volvimos a hablar, él… De nuevo… ¿Estaba a mi lado? ¿Esta vez pasaría lo mismo? Yo seguía enamorada de él, pero a todo esto, el seguía enamorado de Julieta y estaba completamente cegado por su amor hacia ella. Con el paso de los días iba a notar, que en algunas cosas él había madurado, pero en otras, sería el mismo chico indeciso; pero esta vez no iba a ser yo la que se confesara y lo hiciera elegir.


Chapter 10 – Tough Girl With Big Proud

No recuerdo cómo, pero comencé a hablar con una chica muy interesante. Siempre riendo, con un raro pero cierto punto de vista sobre varios temas, a veces era seria pero me llamó la atención su orgullo. Ella estaba de novia con un amigo mío, y quería conocer qué tipo de persona era; no porque me fuera a meter en la relación si era mala, solo por curiosidad. Su nombre era Fernanda y de a poco, comenzamos a llevarnos bien. El problema fue cuando noté que ella también iba al mismo colegio que yo.
Danielle: Así que… Vas al mismo colegio que yo.
Fernanda: Si, voy a 6to E.
Danielle: ¿6to… E? ¿Conocés a Sebastian?
Fernanda: ¿…? ¿Un chico de tez blanca, pelo negro y unos ojos peculiarmente serios?
Danielle: Si, ese mismo.
Fernanda: Yo entré el año pasado, a mitad de año, por julio más o menos y nos hicimos amigos enseguida. Es un chico medio bobo pero adorable, ¿vos lo conocés?
Danielle: Si… Sigamos que fuimos amigos.
Fernanda: ¿Fueron?
Danielle: Si, nos peleamos el año pasado.
Fernanda: Entiendo… Bueno, si querés puedo hacer que se arreglen.
Danielle: No, así está mejor creo. Pronto empiezan las clases, me imagino que nos vamos a ver.
Fernanda: Si… ¿Ya elegiste modalidad?
Danielle: Ajam, ahora entré a 4to N.
Nuestra conversación siguió como siempre, ese comienzo de año también conocí a un chico. Jano siempre me decía que lo odiaba porque lo acosaba, pero no era de esa manera exagerada que el contaba. Me di cuenta que no le daba la oportunidad de conocerlo y por eso me comuniqué con él. Noté lo adorable que era, y rápidamente pasó a ser un muy buen amigo mío. Su nombre era Ian y para mí, era como un hijo.
Al poco tiempo comenzaron las clases, me junté con mis amigos de siempre y comentamos todo lo que había pasado en las vacaciones; el día venía perfecto hasta que llegó el recreo, yo creí que él había faltado, pero en cuanto me acerqué para saludar a Fernanda, él estaba ahí y decidí no acercarme. A la noche me conté, un poco cansada y Fernanda me habló al instante.
Fernanda: HEY, no me saludaste mal educada.
Danielle: Perdoná, estabas con Sebastian.
Fernanda: ¿Y eso qué tiene que ver?
Danielle: Él me odia.
Fernanda: Estás equivocada, el no te odia.
Danielle: Si supieras…
Fernanda: Hablé con él, no te odia.
Me confundí ¿si no me odiaba por qué dijo todas esas cosas? Debía cambiar de tema y ocupar mi mente en otra cosa, no podía volver a pensar en él. Y recordé que ella salía con mi amigo Mathew, ya que no hablaba seguido con él, le pregunté a Fernanda como iba su relación.
Fernanda: Cortamos.
Danielle: ¿QUÉ? ¿Cortaron? Pero… El gustaba mucho de vos.
Fernanda: Si… Eso es lo que no entiendo, dice que gusta de mí y cuando salimos no sucede NADA. Es como si no estuviéramos de novios, por lo tanto, decidí cortarle.
Danielle: Pero quizás nunca tuvo una novia antes, es un chico muy tímido, puede que le costara acercarse a vos.
Fernanda: Puede ser, pero si él no viene a pedir disculpas yo no voy a ir.
Y no me quedó duda, de que esta chica era dura; tenía el leve presentimiento de que pronto, gracias a su ayuda, iba a tener un cruce con Sebastian que traería cuestionamientos de quien menos esperaba.


lunes, 9 de abril de 2012

Chapter 9 – Indifference

Justo una semana antes de mi cumpleaños, pesqué un resfriado y tuve que faltar, mi cumpeaños caía miércoles y a pesar de que seguía enferma fui solo porque quería que él me saludara. Mis amigas saltaron sobre mí al verme ese día, y festejamos sonriendo todas juntas. Era un día muy feliz y no podía esperar para verlo. Llegó el recreo y fue ahí cuando lo vi, pasó en frente mío y para mi sorpresa, ni me miró. Me sentía invisible, el estaba enfrente mío y nada. Le mandé un mensaje de texto, y vi como leía lo que le había puesto “Hola~ No me saludaste hoy u.u y eso un día importante”. Era demasiado obvio pero ni se mosqueó. Siempre me pregunté por qué él me ignoró de esa manera.
Llegada la tarde, mis amigos fueron a mi casa para comer pizzas y subirme el humor. Ese mismo día, a la tarde recibí un extraño mensaje de Juliet, la novia de Sebastian. Ella solo decía que dejara en paz a su novio y buscó miles de forma para insultarme. Como era de esperar, no me quedé callada y retruqué los insultos, pero… Sebastian me respondió diciendo que él estaba leyendo todo lo que ella me decía ¿Eso significaba que él estaba de acuerdo? Y me amenazó, ya no recuerdo muy bien como lo dijo, pero me sentí tan triste… Que nosotros dos… Nunca volvimos a hablar.
Pasaban los días, el cruzaba enfrente mío y nos mirábamos como si nunca hubiéramos cruzado palabra. Yo todavía tenía mi cuaderno, y había llegado a marcar 169 días esperándolo, terminaron las clases y tiré ese cuaderno que solo tenía malos recuerdos.
En las vacaciones, me puse de novia con un chico 6 o 7 años más grande que yo; no funcionó, el me engañó con 5 chicas pero aún así no me importó. Sebastian había pasado a último año y yo solo podía pensar que en un año, no lo volvería a ver y quizás así, podría desenamorarme de él. En el momento menos esperado, cuando varias amigas en común no pudieron unirnos nuevamente, llega ella; la chica de pelo negro con un mentón erguido por su enorme orgullo. 


domingo, 8 de abril de 2012

Chapter 8 – The Days Pass And I’m Still Here…

Los días comenzaron a pasar y lo veía dando vueltas con varias chicas, escuchaba rumores por ahí de que se besaba con varias pero a mí siempre me decía que era mentira y que le diera tiempo para decidirse. Apreciaba muchísimo esos momentos que pasábamos solos los dos, en la parada del autobús, si yo estaba cansada el me llevaba a cuestas y nos divertíamos bailando juntos sin música pero con ritmo. Parecía una tonta, mis amigas solo decían que me olvidara de él ya que se la pasaba “histeriqueándome” y nunca se decidía. Tanto amor le tenía que llegué a escribir un cuaderno cuántos días llevaba esperándolo, cada día, tachaba un número. Un día, un poco enojada porque él me ignoraba e iba a hablar con otras chicas que yo detestaba, subí las escaleras con Yasmin. No me di cuenta, pero me lo crucé mientras subía, notó que no lo saludé y me jaló del brazo.
Sebastian: Danielle, ya no me saludás.
Danielle: Mh… Te pueden saludar tus otras amigas *Si, me ponía un poco caprichosa*
Sebastian: Perdoname, tanta indecisión es insoportable.
Danielle: No ¿De en serio? *Puse un tono sarcástico pero al ver su cara triste, me sentí culpable*
Sebastian: Te prometo, el día de hoy, que te voy a decir te amo, por eso… Dame un poco más de tiempo.
Danielle: Eh… ¡S-Si!
Me besó el cuello, como ese primer día, y se fue a su salón sonriendo, al igual que yo, con mi expresión embelesada. Pasó el fin de semana, el viernes me conecté para hablar con él a la noche y vi que su mensaje personal decía “Mi hermosa Juliet”. No pude evitar ponerme celosa y le pregunté quién era esa chica, solo respondió que la había conocido en una fiesta pero eran nada más que amigos. El domingo también me conecté, a la noche, el no estaba pero si había publicado una foto, y como dicen, una imagen vale más que mil palabras. El se estaba besando con una chica, era una foto que me causaba tanto dolor, que no quise verla pero al bajar la vista noté algo que dolería más. El estaba de novio, si… Se había puesto de novio con esta chica Juliet. No lo podía creer, después de haberme hecho esperar y prometerme que me iba a amar… Solo eran palabras vacías, toda la noche del domingo dudé sin saber qué hacer. Miré el cuaderno donde tenía tachados los días y me decidí a preguntarle todo al día siguiente. Y así fue, como me lo encontré por los pasillos de colegio con cara de frustrado y no pude evitar preguntarle.
Danielle: ¿Por qué no me contaste antes?
Sebastian: … Vengo de hablar lo mismo con muchas otras chicas, ellas también están muy enojadas porque no les conté nada.
Danielle: Me vine a enterar… Por una página web… ¿Que estabas de novio?
Sebastian: Perdoná, pasó tan rápido *Mis oídos se taparon y mis ojos se llenaron de lágrimas* La abracé y supe que era la indicada.
Esas fueron sus exactas palabras, las recuerdo como si hubiera sucedido ayer. No hice nada más que darme la vuelta y seguir caminando, pasé muchos meses llorando con mis amigas, las cuales me consolaban de una manera impresionante. Los meses pasaron e increíblemente, yo seguía esperándolo, faltaba poco para mi cumpleaños y una semana antes, nos arreglamos. Pero no todo pasaría como yo esperaba, quizás, esta unión era el fin de la amistad.


Chapter 7 – ¿Failed Love Confession?

Recuerdo perfectamente la fecha, era un miércoles 14 de abril, salíamos del colegio con Jano y le pedí que me acompañara a la casa de Sebastian, el aceptó y fuimos juntos hasta allí. Golpeó las manos por mí, ya que m sentía muy tímida y el corazón me latía super fuerte. El salió, con la ropa cambiada y me saludó, Jano se fue y nosotros dos nos quedamos hablando.
Danielle: Tengo algo para decirte.
Sebastian: Adelante…
Danielle: Ultimamente no te veo mucho por los recreos y pareces ocupado, asique, voy a tratar de ser breve.
Sebastian: Si, decilo…
Danielle: Vos… Me gustás.
El paró de caminar y puso una cara de sorprendido, me miró fijo y luego, como con culpa siguió caminando, 5 minutos después, cuando abrí la boca para pedir disculpas, el habló.
Sebastian: Perdón, pero acabo de cortar con mi novia, y sinceramente no estoy interesado en salir con nadie *mi corazón se detuvo y escuchaba un simple murmullo* Asique… Quedamos como amigos.
Danielle: Si… Perdón por la molestia.
Quería salir corriendo, estaba avergonzada por la manera en la que me había rechazado y ahí lo vi pasar a Lucas; quien vivía muy cerca de la casa de Sebastian. Salí corriendo sin pensarlo y lo abrazé muy fuerte, el rió, hasta que notó que estaba a punto de llorar. No era de esas chicas que les gustaba un chico tan fácilmente y era mi primera confesión de amor. Luego de abrazarme y en cuanto yo me calmé, se fue y Sebastian me acompañó a la parada.
Sebastian: Descubrí que Sol me engañaba con ese chico de apellido Valdéz, de 3ro B.
Danielle: Ah, si… *Era justamente lo que Delfa me había contado*
Sebastian: Solo podemos ser amigos, adiós.
Así nos despedimos y llegué atónita a mi casa, encendí el ordenador y en cuanto me conecté le conté todo a Delfa, luego de 5 segundos, Sebastian me habló.
Sebastian: Danielle, perdón, me confundí.
Danielle: ¿En qué?
Sebastian: No quise decirte que no, algo me gustás… Pero esperame, por favor, dame tiempo.
Mi corazón dio un salto, y sentí que tenía esperanza para estar con él. Y aunque él había dicho todo eso, en los próximos meses, sus intenciones cambiarían. Haciendo de mí espera, un eterno sufrimiento.


Chapter 6 – You’re NOT Him

Llegué al día siguiente al colegio, lo vi con sus amigos pero no quise molestarlo, me sorprendió que ni siquiera me saludó aunque seguí hablando con mis amigas hasta el primer recreo. Lo esperé en la escalera doble, como siempre pero él nunca llegó.
Danielle: …
Yasmin: Te ves… Rara ¿Vamos a comprar?
Danielle: Si, vamos…
Yasmin: No te preocupes, capaz no vino hoy al colegio.
Danielle: Pero lo vi…
Yasmin: Bueno bueno, capaz está ocupado ¿No?
Danielle: Tenés razón, después de todo tiene amigos y el coro al cual asistir.
Yasmin: Si, no creo que esté con otra chica. Yo creo que el gusta de v-
A todo esto, ya estábamos en el patio. Habíamos conversado mientras bajábamos las escaleras pero la sorpresa de verlo a él alrededor de tantas chicas hizo que Yasmin nunca terminara la frase. Su cara era tan pícara, había como 6 chicas con él, 3 de cada lado de sus brazos y caminaban todos juntos sonriendo por cualquier cosa.
Yasmin: Ok, eso es raro.
Danielle: Son… Amigos.
Yasmin: ¿Se hizo amigo de todas esas chicas tan rápido?
Fuimos a comprar y luego de comer algo pensé en ir a hablarle, su salón estaba a dos salones del mío, separado por un corto pasillo. Yasmin y yo subimos rápido en cuanto tocó el timbre y nos quedamos en la puerta del salón hablando de las cosas tontas que hacían nuestros compañeros; ella era amiga mía desde los 5 años y podía hacerme sonreír con facilidad, era muy mala con los abrazos o lo consejos, pero era la mejor contando chistes. E iba a necesitar muchos chistes luego de verlo a él, subió con 2 chicas agarradas a sus brazos y luego de despedirlas aparecieron Mibra y Beedua, unas chicas de 3ro B que nunca hablaban con él.
Mibra: Hola mi vida, mirá que sexy estás hoy.
Sebastian: Ja, ustedes también están hermosas chicas.
Beedua: Ay, sos un tierno.
Se la pasaban abrazándolo y vi mi última oportunidad para saludarlo cuando ellas se fueron.
Danielle: Sebastian… Hola
Sebastian: Dan… Hola
Danielle: ¿Qué te parece si el próximo- *No me dejó terminar la frase y dijo seriamente, casi como si no le importara*
Sebastian: No puedo, estoy ocupado, tengo todos los recreos de hoy y mañana encargados para otras chicas.
Danielle: ¿Desde cuándo se tienen que encargar los recreos? Desde el primer día que nosotros dos pasamos todos los recreos juntos.
Sebastian: Antes, ahora tengo más… Amigas…
Danielle: … A-Amigas…
Acto siguiente, el entró a su salón y Yasmin me fue a buscar porque la profesora no había llegado ¿Qué pasaba? ¿Desde cuándo el cedía su tiempo a chicas con las que nunca había hablado? No entendía porque me trataba de manera fría como si lo que había pasado el día de ayer no hubiera tenido importancia. Necesitaba hablar con él, quizás era la última chance para confesarme, pero a pesar de prepararme para lo peor, nunca imaginaría su respuesta.


sábado, 7 de abril de 2012

Chapter 5 - I Fell In Love

Nos seguíamos viendo, en los recreos, tendíamos a andar juntos y todos rumoreaban que estábamos saliendo; pasaba muy seguido que mis compañeras Erin y Camille me preguntaban si lo había besado. Me fastidiaba un poco que lo hicieran, a veces parecía que ellas estaban interesadas en él y en ese momento noté, que sentía celos. A la hora de la salida, el me acompañó a la parada de autobús, pero pensamos seguir caminando juntos, un poco más lejos.
Danielle: Hoy me molestaron con que estábamos de novios, no lo pudo creer *Puse mis brazos alrededor de su cintura y el hizo lo mismo conmigo*
Sebastian: Oh… Noto una cara de disgusto… ¿Tan feo soy que no saldrías conmigo?
Danielle: ¡Por supuesto que sí saldría con vos mi vida!
Seguimos caminando, hasta llegar a una parada en una plaza, el me explicó donde quedaba su casa y hablamos de muchísimas cosas que nos habían pasado en la semana. Ese día le conté de mi ex novia y como imaginé, se sorprendió. Eran como las 5:00 de la tarde, soplaba un viento suave y sentí como él se acercaba y de pronto, corrió lo cabellos de mi rostro, sonriendo.
Daniella: Sebastian…
Lo miré fijo y se sonrojó, corriendo la mirada para todos lados, cada vez que me le acercaba. Hasta que, tratando de evitar mis ojos, echó su cabeza para atrás y aproveché el  movimiento para besar su cuello. Se sorprendió, me abrazó y el también besó mi cuello de una manera muy dulce. En cuanto nos separamos, y yo quise acercarme para besar sus labios, el miró hacia la calle
Sebastian: Viene tu colectivo.
Danielle: Si…
Me entristecí, aunque por dentro, estaba gritando de felicidad. Tomé las monedas de la mochila, le di un beso en el cachete y cuando subí, me despidió.
Sebastian: Chau, bonita.
Me sonrojé y ese día, tan cálido donde por primera vez me había enamorado de alguien, quedaría grabado en mi memoria por mucho tiempo. Bajé del colectivo y caminé hasta casa esas 7 cuadras, sonriendo y completamente feliz, al llegar a casa solo dije “no quiero comer, tengo el pecho lleno” y llamé a Delfa.
Danielle: Lo juro, creo que… Me gusta en serio.
Delfa: Me alegro muchísimo por vos, deberías animarte a decirle lo que sentís, se nota que este chico te hace bien.
Danielle: ¿Vos creés que deba? ¿No es muy pronto?
Delfa: Quizás, pero podrías perder tu oportunidad, ¿El está de novio?
Danielle: Si, con una chica llamada Sol.
Delfa: ¿Sol? ¿La chica de 2do? Pero estoy segura de haberla visto con Valdéz, el de 3ro B.
Danielle: ¿Estas… Segura?
Delfa: Si… Completamente.
Dejamos de hablar y comencé a prepararme para el día siguiente, tendía miedo de confesarme pero al mismo tiempo me emocionaba, lo que no sabía es que la persona de quién me había enamorado, quizás no era quien yo creía.